Una baja velocidad
lectora impide una correcta comprensión y una baja comprensión invalida la
lectura. La velocidad y la comprensión lectora sólo pueden mejorarse haciendo
uso de la práctica continuada. Cuanto más se lea y se reflexione sobre la
lectura, más mejorarán la una y la otra.
¿Cómo mejorar la
velocidad lectora?
·
Ampliando el campo de percepción
visual:
Es importante reducir el número de
fijaciones y aumentar cuanto sea posible el número de palabras que se capten de
un solo golpe de vista.
·
Suprimiendo los espacios en blanco:
Muchas veces perdemos tiempo, haciendo
visionados inútiles de espacios en blanco (márgenes, espacio entre párrafos,etc).
·
Eliminando la subvocalización:
Esto se consigue leyendo a una
velocidad más rápida de lo que la mente es capaz de mantener.
·
Acelerando por ocultamiento:
Consiste en servirse de una postal
para forzar a los ojos a leer más deprisa. La forma de empleo consiste en
colocar una postal bajo la línea que se lee tratando de ir aumentando
progresivamente la rapidez lectora y leer cada línea con sólo tres o cuatro
fijaciones.
Actividades prácticas
para mejorar e incrementar la velocidad lectora:
1. Ejercicios de crono-lectura:
Consisten
en cronometrar varios minutos de lectura. Puede realizarse por unidades
lectoras de un minuto de duración, repitiendo la lectura del texto por segunda
y tercera vez consecutivas con objeto de que el lector perciba que aumenta su
velocidad (ppm) en cada minuto lector, fruto del entrenamiento en el mismo
texto.
2. Ejercicios de
identificación rápida:
Consisten
en observar una o unas palabras modelo durante breves instantes (entre 10 y 15
segundos) y localizarlas de entre un listado amplio de palabras. Se pretende
con ello agilizar la visión de rastreo, mejora del campo visual, mejorar la
percepción guestáltica de la palabra (su silueta o contorno) y motivar al
lector por la inmediatez de la autocorrección.
3. Ejercicios de rastreo
visual:
Consisten
en realizar barridos visuales en oblicuo o zig zag, saltándose algunos
renglones y no realizando fijaciones oculares sobre una determinada palabra
sino deslizando la vista sobre la parte superior de las palabras hasta detectar
un objetivo propuesto (localizar un dato, una palabra, una idea, etc.)
4. Ejercicios de visión
periférica:
Consisten
en fijar la vista en un punto o palabra central y sin realizar ninguna otra
fijación intentar abarcar con la vista la mayor amplitud posible. Se pretende
lograr un entrenamiento de nuestro campo visual.
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